viernes, 3 de febrero de 2012

Abuso Sexual Infantil: una epidemia invisible en pleno siglo XXI


El Abuso Sexual Infantil es un delito..

Lamentablemente, hoy en día, en pleno siglo XXI nos encontramos con muchísimos casos de esta índole en la práctica clínica diariamente.

La falta de información que circula en la sociedad, madres que han sido a su vez maltratadas o abusadas en su niñez, y son sometidas al igual que los niños, son incapaces de cuidarse ellas mismas o a sus propios hijos..

Se debe concientizar tanto a las familias como a los niños (se puede empezar desde el jardín de infantes) a cuidar de su cuerpo, a denunciar si alguien intenta abusarlos de cualquier modo, ya sea el maltrato psicológico o físico, o el intento de abuso sexual.

Las consecuencias psicológicas del abuso sexual en la víctima, pueden ser nefastos, a medida incluso en que va creciendo y atravesando distintas etapas vitales, en especial la adolescencia, etapa vital en la que el sujeto se conecta con sus impulsos y deseos sexuales y va redescubriendo su cuerpo.

Se ha reportado que muchos de los pacientes con Trastorno Límite de la Personalidad (un trastorno psiquiátrico grave por involucrar un alto grado de riesgo de suicidio y conductas de alto riesgo) han sido víctimas de abuso sexual infantil, sin haber recibido tratamiento psicológico por ello.

A medida que la víctima va creciendo, podemos ver ciertos indicadores, tanto en la conducta como físicos, del deterioro que se genera:

En la niñez:

Indicadores físicos

- Trastornos intestinales
- Encopresis-enuresis
- Infecciones urinarias a repetición.
- Síntomas rectales o genitales
- Prurito o secreción vaginal (pueden generarla las enfermedades de trasmisión sexual)
- Dolor de cabeza repetitivo
- Dolores de estomago

Indicadores en el comportamiento

- Aislamiento
- Miedos excesivos
- Rendimiento escolar deficiente
- Problemas en la conducta (agresividad, irritabilidad, conductas fuera de lo común)
- Dificultades en el dormir
- Conductas inapropiadas de apego o de distancia (hacia los padres o miembros cercanos)
- Fugas del hogar
- Trastornos en la conducta alimentaria
- Conductas hipersexualizadas- Juego sexualizado

En la adolescencia y adultez:
  • Depresión
  • Cortes autolesivos, conductas de riesgo, intentos de suicidio o parasuicidios. Amenazas.
  • Trastornos de personalidad (Límite en su mayoría).
  • Trastornos alimentarios (anorexia, bulimia, trastorno por atracón)
  • Trastornos por estrés postraumático crónico.
  • Intensa vergüenza con sentimiento de culpa
  • Trastornos del sueño
  • Adicciones, Abuso de drogas o alcohol.
  • Repetición del hecho traumático, desde rol activo.
  • Conflictos con la imagen corporal, especialmente en la adolescencia
Tal vez con una consulta psicológica a tiempo podamos prevenir las terribles consecuencias no sólo psicológicas sino sociales y económicas que pueden traer aparejadas en la vida de una persona, ya que es muy frecuente la deserción escolar, la pérdida del trabajo, generando terribles costes para el grupo familiar y generando un impacto negativo en su calidad de vida.

Lic. Laura Valdez.

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